En nuestro medio hay autores  que se manejancon códigos muy precisos.​
Otros, no tanto. Juan Carlos Rubio, un autor del cual no tengo referencias, debo​
reconocer que hace uso de un lenguaje pulido y con una importante cuota de poesía.​
  La obra que nos ocupa, "Las heridas del viento", es uno de los textos que no sólo se​
escuchan , sino que se disfrutan en el decir de los actores. Es un canto a las  emociones​
y sentimientos. En el decir se refleja la humanización de la palabra.En el mostrar y​
demostrar, el director Luis Jaunarena, intenta que los actores trabajen el texto desde​
su interior,donde se amalgama el sentir y el ser.​
Tres son los protagonistas de esta historia. Un padre que fallece y a consecuencia de​
este hecho, su hijo, al hacerse cargo de las cosas de éste, encuentra cartas enviadas a​
su padre por un amigo homosexual. Es así que decide acercarse a éste para revelar y​
revelarse el vínculo que los unía . Este hombre , encarnado por Daniel Torres, será​
esclarecedor en la vida de David (Germán Weinberg).​
Los dos actores en sus respectivos roles, componen sus personajes en forma muy​
ajustada y el director le imprime una impronta que va in crescendo, logrando así el​
fluir natural de la obra, que si bien no estaba bien pautada al principio , da una vuelta​
de tuerca que pone al descubierto la intención final del autor.​
Trabajos de actuación y dirección cuidados , contando con la iluminación de ​
Lagomarsino y  Carriquiry y con  la música  de Alfredo Leirós, los cuales colaboran a​
crear los climas adecuados para mostrar un cuadro social y familiar complejo, que si​
no fuera contenido podría prestarse a una lectura equivocada.